domingo, 14 de noviembre de 2010

Witold y la jaula de pájaro



¿Qué hablaba Witold sobre la jaula y el pájaro? La jaula es el límite de nuestro lenguaje, de nuestra percepción, de nuestro mundo. Cantamos y volamos en el interior de sus límites, y nunca más allá. Es una metáfora recurrente, nada nueva.


Construimos el mundo a través del lenguaje, y las barreras del lenguaje son las barreras de nuestro mundo. La tesis Sapir-Whorf, rumiada y desechada, pero latente. Berger y Luckman. Bateson, Watzlawick, Maturana. Calderón de la Barca. Zoroastro.

domingo, 26 de septiembre de 2010

roturas

Por la última canción que hice, “roturas”, comenzaron a salir a flote cada una de las roturas que me rodean. Dicen que todo se parece a su dueño. Hagamos el recuento:

El refrigerador se torció una pata en la última mudanza que tuve, así que cojea cada vez que lo abro (por lo demás, funciona perfecto); la estufa la tengo sin quemadores (¿así se llaman las cosas redondas de metal por donde sale el fuego?), así que teóricamente cocino a la llamarada de gas, sin dosificación (y digo teóricamente porque en el cuarto en donde vivo hay una parrillita inamovible, en el único lugar en el que se puede cocinar, así que la tengo arrumbada esperando tiempos mejores); por lo demás, funciona perfecto.

domingo, 19 de septiembre de 2010

descubrimiento del siglo

No basta amor del bueno para que algo funcione; no basta con tener coco y el ethos de tu profesión para una chamba segura, o buena, o algún tipo de chamba. Nada es seguro. Nos rodea el vacío.

(No discutiré aquí sobre la existencia de ese "amor del bueno", ni del cielo, el limbo, el monstruo del lago ness, el holocausto judío, las intenciones puras, o que yo tenga o no cierto grado de inteligencia: existen por decreto. Un vicho dijo: "hágase", y el vicho se hizo.)

Sí habría que mencionar el grado problemático de mi torpeza emocional, y mi falta de tacto a la hora de buscar trabajo. ¿Cuenta la falta de lana que tengo en el banco? ¿o mi experiencia laboral de cero? ¿mi introversión, mi ligue naïve, mi nulo verbo, o habilidades afines?

No, ¿verdad?

sábado, 7 de agosto de 2010

Desplanes para desviajar, o de cómo volver al carril cuando nunca estuve allí

Abandoné por un buen rato este blog. Tenía la extraña idea de no querer hablar de nada personal (y no entiendo cómo no serían personales algunos de mis antiguos posts), y mi vida ha estado de cabeza todo este rato. Sin trabajo, sin un futuro estable, buscando como loco becas y recomendaciones para maestrías... de hecho, ha sido, todo esto, madurar, un poco. "El mundo real", habría dicho hace unos meses. Sigo sin tener nada seguro, pero por ahora siento que eso es lo único seguro que tengo (¡valga la ironía!).

lunes, 5 de julio de 2010

¿alma? ¿qué es eso?

"Me aferro a su brazo, como si fuese mi hermano, tartamudeo algo que hace referencia al insomnio, sueños, pesadillas, sombras... y a un mundo amarillo.
 Sus labios finos sonríen:
 - Malo, muy malo. Por lo visto se le ha formado un alma.
 ¿Un alma? Pero si ésta es una palabra remotísima, hace mucho tiempo olvidada. «Paz en el alma», «asesino de almas», eso sí..., pero ¿«alma»? ¡No, no puede ser!
 - ¿Y eso qué?... - tartamudeo -, ¿es peligroso?
 - Es incurable - me responde...
- ¿Qué pasa aquí? ¿Qué quiere decir alma, un alma dice usted? El diablo sabe lo que es. ¡Si las cosas continúan así, acabaremos por tener una verdadera epidemia! Se tendría que extirpar la imaginación a todo el mundo; operársela. ¿Cuántas veces se lo tengo que decir? - Había un fulgor peligroso en sus pupilas al mirar al pequeño doctor -. En estos casos, el único remedio es la cirugía..."
 Yevgueni Zamiatin, "Nosotros"

miércoles, 16 de junio de 2010

El cielo en estos días está un poco descompuesto. Un típico caso de malestar estomacal: evacuaciones líquidas intermitentes, a cualquier hora del día; continuos movimientos intestinales, con algunas tormentas eléctricas; y alguna que otra ventosidad asomándose entre sus faldas.

El diagnóstico: indigestión, por haber comido tantos gases chatarra.

O tal vez porque toca enfermarse por lo menos una vez al año, con eso de las defensas.

¿Cómo se trata un caso de estos?

viernes, 21 de mayo de 2010

vínculos y pretextos

Las comunidades, hoy en día, no existen sin algún pretexto vinculante. Algo con nombre, establecido culturalmente, aceptado, normal. Es como si esos vínculos forzosamente fueran temporales, finitos, atados a un nosequé que le da razón a su existencia, y con él desaparecen. Y a veces el fetichismo llega a tal punto que el pretexto se convierte en lo único importante, y el vínculo se soporta como una carga necesaria. Pretexto razón. Vínculo excusa.

Para entablar una plática, concertar una cita, pretexto. Y no cualquier pretexto, tiene que ser uno bueno: un buen concierto, una buena comida, un buen tema para conversar. Un "quiero verte", un simplemente estar, sin más, acompañando soledades, va más allá de nuestro ser. Ilógico. Pretexto cárcel. Pretexto encierro.

Y la comunidad se convierte en una comunidad de coincidencias (novio por coincidencia, amigo por coincidencia, familiar por coincidencia). O en una comunidad de intereses. O en una comunidad interesada. (¿Interesante?)

Por otro lado, sin ese por qué vernos nos volvemos rutinarios, acartonados, sosos. Nuestra trampa es triple: necesitamos de esas ataduras para ser parte del mundo, para que todo tenga sentido, continuidad y finitud; para que prolonguemos el encierro; para que no nos destruya el tedio.

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Hoy quisiera hablarte con miradas
Tocarte el alma sin palabras,
llegar a ti sin escribir nada.

Estar, mujer, estar,
sin pretender carnada,
acompañarnos cada
roce de ansiedad callada

tedio
soledad
cariño
nada

lunes, 17 de mayo de 2010

Heridas ancestrales

Heridas. Heredadas. Ancestrales. Compartidas.

De esas que se pierden poco a poco en su origen, y tan sólo nos queda su huella. De vidas familiares, padres, abuelos, bisabuelos; migraciones, mezclas, guerras, invasiones (yendo cada vez más y más atrás: las crisis, los traumas de la revolución, las promesas de la independencia, los destrozos de la colonia, las sublevaciones constantes, la inquisición y la santurronería española...)

De esas heridas que cargamos como parte del regalo de la vida, que se vuelve dulce y amarga en dosis dispares. De esas heridas que reproducimos con los años y los vicios y costumbres. Que hacemos vivas en cada muestra de dolor. Que forman parte de nuestro ser más profundo.

domingo, 16 de mayo de 2010

El mentado fenotipo

Nos quejamos (y con razón) del racismo institucionalizado en Arizona, pero en México también es una práctica común. Hay retenes de migración (y del ejército, y de paramilitares) en muchas carreteras federales (todas las que van hacia el norte), que entre otras cosas (léase armas y drogas y mordidas) buscan a migrantes indocumentados (léase centroamericanos) por su fenotipo, llegando a las situaciones más inhumanas.

No se trata de miniminizar lo que está pasando del otro lado, sino de darle su dimensión. Las dos situaciones son inaceptables. Lo mismo que para los magrebíes y casi todos los migrantes del mundo. Las cosas tienen que cambiar.

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Tristeza por la escalada de violencia en Copala y Torreón. Tristeza porque para el gobierno tiene más importancia un político corrupto y vinculado con el narco que el resto de las cosas que he mencionado. Esperanza por las nuevas formas de organización pacífica que se empiezan a esbozar, en Torreón y Ciudad Juárez.

jueves, 13 de mayo de 2010

ingenuidades

Me veo superado por la velocidad de las cosas. Todavía no asimilo lo de Copala, y vuelve lo de Chiapas y la cloaca de nuestro sistema de justicia. No sé cómo va lo de los taxistas (me dijeron que ya salió de la cárcel, y ya está fuera de todo activismo; hasta allí). Luego está la bendita ley de Arizona. Hace un par de días leí también los comentarios sobre una viñeta de el chiste de mel que me devolvieron a mis cabales: mucha gente de primer mundo nos detesta, a los latinos, los africanos, los árabes. Y en México tratamos como perros a los centroamericanos. Y vaya, no da tiempo, no da el cuerpo, no da el corazón: nos sobrepasa a todos...

miércoles, 5 de mayo de 2010

Estado de las cosas en Oaxaca

Tardé mucho en escribirlo, en parte porque la semana pasada fue pesada, para mí. Lo remedio aquí, con un recuento de la historia en telegrama:

Primero, el llamado de enlace zapatista, en la confusión total. San Juan Copala, caravana internacional de solidaridad, UBISORT, ataque, desaparecidos, dos muertos, incriminación del gobierno estatal, imposibilidad de saber nada: estado de sitio.

Luego, las marchas de protesta. Hubo una aquí, en Xalapa, a la que me uní por hora y media. También en  confusión e indignación totales.

Siguieron artículos de opinión (como el de Gustavo Esteva) y los pronunciamientos.

En estos días me echaré un clavado en internet (las cosas básicamente circularon en radio bemba, y los links los envió mi padre), para desenredar este hilo de ariadna (para continuar con los clichés). Estemos al pendiente. Seguramente se necesitarán muchas movilizaciones para que se calmen, ya no digo solucionen, un poco las cosas.

lunes, 26 de abril de 2010

Paranoia de media tarde

Hace dos días releí un pedazo de 1984, y me quedé rumiando una idea. Es cuando el protagonista comienza a describir su trabajo en el ministerio de la verdad; habla de las que llama no personas. "refs nopersonas". "Vaporizadas". Que nunca existieron.

viernes, 23 de abril de 2010

cavilaciones taxistas

Todo está más enredado que el nudo gordiano (valga el cliché). Intentaré aclararlo un poco.

Desde hace algunos meses, frente a la catedral de Xalapa, se plantó (así, literal, con raíces y toda la cosa) un grupo de taxistas independientes. Querían placas, o mejor dicho que las placas para circular sus taxis fueran más accesibles. Ningún clasemediero puede soñar con tener esa cantidad de dinero en la mano, lo cual favoreció que se fortalecieran las mafias. Así que estos taxistas, sin el mencionado dinero y sin interés alguno en formar parte de estas mafias, se organizaron y se plantaron. Yo los vi por bastante tiempo así, aunque sin gente vestida de rojo fiel:



Sin resultados, hace tres días fueron desalojados en un operativo de la policía estatal. Con lujo de violencia. El jefe del sindicato (que formaron sindicato, el FATTI) fue llevado a la cárcel, en donde le inyectaron cocaína, y lo dejaron hecho trizas. Torturas de primera. Incomunicable.


Obviamente, el organismo de Derechos Humanos de Veracruz no hizo caso alguno. Los periódicos locales, en completa armonía con el gobierno. La justificación: contaminación auditiva. Y lucían mal.

Lo que me causó más indigestión (después de todo esto), y me puso a pensar en el Gran Hermano, fue lo que siguió: una manifestación de trescientas personas agradeciendo la entrega de concesiones a los taxistas. En el mismo lugar, hablando en nombre de los taxistas, pero por parte de la mafia que los suplantó. La imagen resultante es que el gobierno queda bien con la gente. Todo en paz.

¿Por qué?

sábado, 10 de abril de 2010

monólogo # 2

Respiro acompasado
Buscando la esencia
Jugar con la inmanencia, que nada es, que nada…

¿De qué te hablaba?
Claro, ya, que el tiempo no es lo que antes era
Que el dólar sube, que nada alcanza
Los besos, los videojuegos, los silencios
El caminar tranquilo a medianoche, aquí, tú sabes
El metro, la tele,
Ese pasar mirando y sin mirar, en soledad acompañada

Pero olvida, que no era eso lo que te contaba
Recuerdo de antes los minutos frente al caballo de madera
Esperando que viniera ella, que acabara el día, esperando, espera…
Ahora todo pasa más deprisa, o no recuerdo, o no me importa
Que ya no todo es disfrutar, disfruta,
Hacer galletas, lo recuerdo, y esperar que llueva
Me encantaba tanto estar de noche en la azotea
Recibiendo gotas con la lengua, o mirando a las estrellas
Esperaba entones que vinieras, que vinieras
Y ahora...

¿De qué te hablaba?
Nada, disparates míos, la edad...

jueves, 8 de abril de 2010

extrañando...


Lo extraño como nunca. Todo el día pienso en lo que le voy a contar cuando hablemos, pero no podemos: no hay forma. Se erige una barrera tan inmensa y tan ajena, lejana ella, que desespero. Que no hay dinero, que no tienen tiempo, que intente luego. ¿Y en dónde dejo mis ansias, mis ganas, mi espera? Todo se me escapa, no lo entiendo, no lo entiendo...

Hoy recordaba uno de mis libros favoritos de niño, "El profesor Zíper y la fabulosa guitarra eléctrica", de Juan Villoro. Después de un experimento medio fallido, el profesor no paraba de hablar en verso, hasta que mi tocayo Pablo Coyote le escupió en la mano ("escupe, Lupe"). De repente me sentí como el profesor.

Un abrazo a todos los amantes que comparten su ausencia. Y a los demás también. ¡Total, un abrazo! Con nostalgia, yo...

Monólogo #1

Sabemos demasiado para conocer con certeza
– ¿cerveza?
No, gracias, no estoy sobrio
Tan solo ido, ido…

No me culpes, es el hambre, el frío
Y son los días que me ocupan y se pierden
Y es la crisis, tú lo sabes: los camiones, las llamadas…

Somos dos cuerpos y un río
Amantes, impetuosos, anhelantes,
Distantes
Somos dos apasionados que jugamos a estar vivos

– Perdón, no te escuchaba…
Qué va, si no decía nada:
Un “mira cómo está el camino, húmedo, frío…”

miércoles, 7 de abril de 2010

auto-respuesta # 2

Intenté recordar la película, sin resultados. Era de medio oriente, esa en donde un adolescente entraba todos los días a la tienda de la esquina, y compraba algo y se robaba otra cosa, para comer. El de la tienda lo sabía, y con el tiempo se acercaron mucho, al punto en que casi adopta el segundo al primero. Luego llegó el viaje por medio mundo, en coche, ambientes áridos, mar, templos. Recuerdo ese estar sentados mientras bailaban los derviches. ¿Estaré mezclando recuerdos? A lo que iba es a una frase que le dice el anciano: "no sonrío a la gente porque estoy alegre, sino que estoy alegre porque sonrío". O algo así. Era como un rollo de PNL para estar alegres sin motivo, que al final no funcionó, no recuerdo por qué.

El caso es que en algo tenía razón: la depresión es por definición sumirse en uno mismo; al voltear al mundo (no sé qué onda con eso del sonreírle), cambia toda la perspectiva. Apenas vi a mi hermana, y la cosa era otra. Es una dinámica un poco curiosa, pero juntos sacamos lo mejor de nosotros. Algo más fuerte me pasa con Silvio: me las ingenio para contarle un cuento, entretenerlo, sacarle por todos los medios una risita, y me siento pleno.

Me estaba preguntando qué hacer con el mundo como lo veo. Tal vez empezar por allí no sea una mala idea.


"And anytime you feel the pain,
Hey, Jude, refrain,
don't carry the world upon your shoulders."
Hoy me siento desamparado: Veo muerte en todos lados. Aunque los terremotos en California e Indonesia no fueron tan graves, hablando en vidas humanas, sí lo es el recuento de muertes por la "guerra contra el narco", y es desalentador no saber quiénes eran realmente "narcos", y quiénes fueron simplemente asesinados (las confusiones del gobierno están llegando a niveles épicos, con sus puntadas sobre los jóvenes en Ciudad Juárez y Torreón). El saber que, para la policía y el ejército, uno es delincuente hasta que se pruebe lo contrario. También recibí en un correo otro dato más sobre las matanzas gringas de civiles en Irak (link del video en Wikileaks). Chequen los comentarios: se resumen en un "está bien, porque de seguro eran insurgentes", o en un "está bien, es más importante llevarles la libertad a los iraquíes, aunque no se la merecen".

También he estado recabando datos sobre los centroamericanos de paso por México. Nadie sabe cómo cuantificar las muertes, si son cientos o miles, porque todos los terminan abandonados en la selva, en el desierto, en la montaña, en la nada. Secuestros por millares. De repente, todo se me agolpa en la mente, me turba el pensamiento. ¿En dónde está el aprecio por la vida humana? ¿Qué hacer frente a la indiferencia?

Mi padre lo decía: una cosa a la vez. No juntes en uno todos los problemas, que se convierten en el Leviatán. Piensa claro, hombre, piensa claro...

martes, 6 de abril de 2010

sábado, 3 de abril de 2010

simplezas de la vida

Nómbralo. Haz que exista. Que sea tratable, que sea explicable, que sea parte de tu mundo. Sólo así estarás tranquilo. Sólo así el mundo seguirá en paz, sin sobresaltos.

Quemaduras de segundo grado, superficiales. Pelos chamuscados, hasta las pestañas. Clara de huevo, tepezcohuite, apósitos, descanso. Fallas en el calentador de agua. Pasa a cada rato en México. Sin tragedias por lamentar.

¿Tranquilo?

A decir verdad, disfrutando la vida. Solamente, de vez en cuando, me gustaría que no todo fuera tan explicable. ¿En dónde quedó el misterio de la vida? ¿Y en dónde las sorpresas, los secretos, las delicias de lo irrepetible?

Bueno, es mucho pedir de un calentador.

utopía y realidad

En estos meses he tenido la urgencia imperante de correr hacia la utopía. Al sur, al sur... Siento que sin ella nada tiene sentido. Ha sido un poco dura la lección, pero poco a poco la voy aprendiendo: hay que seguir su propio ritmo. Disfrutar del camino, aprender, madurar, estar aquí, presente, vivirlo intensamente. Todo ese rollo de los libros de autoayuda.

Sobre todo, que si la quiero bien, tengo que preparar mi terreno y afianzarlo. Basta de metáforas: tiene que haber un plan de vida, con el dinero muy presente (jamás omnipresente, jamás el fin último ni el centro de mi vida). Es a lo que nos enfrentamos todos saliendo de las aulas: materializar los ideales, conseguir trabajo, no desandar, no desanimar. La diferencia entre los nostálgicos y los activos: la subsistencia.Y yo, en la encrucijada.

Antes de correr a desvelar los mundos abisales, y abrir mente y corazón (al sur, siempre al sur), tengo que dejar mi mundo en paz. No dejar problemas inconclusos, en lo posible. Que no sea correr despavorido de lo que ha sido, sino caminar seguro a lo desconocido. Un acto de voluntad, nunca de inercia o desidia.

En mi caso, justo ahora, es encontrar trabajo, temporal, asegurar la maestría, responder como corresponde a los míos. Y bueno, México está en crisis. Veremos qué pasa...

mañanera


En la mañana vi una pareja de pecho rojo, y otra de pecho amarillo. Cinco o seis ardillas armando escándalo en el árbol del jardín. Una lagartija saltando y arrastrándose. Un par de mariposas monarca. Las rosas de  la abuela en todo su esplendor; la buganvilla, exuberante. Me encanta la casa de mis abuelos. Y las flores de azahar perfumando el jardín de mi tía. Jacarandas en la calle, impúdicas, voluptuosas. Y me veo a mi, que mi cuerpo me llama a florecer. La fuerza irresistible de la vida. Me sentí de pronto en una secuela de Bambi.

lunes, 8 de febrero de 2010

Cavilaciones frente a un pay de manzana

De repente me gusta, por diversión (vaya forma de entretenerse), saber qué es lo que me meto a la boca. Reviso los ingredientes de todo y, de ser posible su origen. Ayer fue así:

El primer ingrediente, manzana verde. Estuvieron un poco mezcladas, unas de las grandes, bonitas e insulsas que importamos de Estados Unidos ("Washington"), y las otras pequeñas, sabrosas y sin etiqueta, que me imagino que son de Chihuahua. Luego azúcar morena (que me imagino de los cañaverales de Veracruz, y procesada en los Estados Unidos), canela (que ni idea de dónde venga), nuez moscada (de Indonesia, o tal vez de Granada), clavo (¿?), gengibre (¿?) y almendras (¿?). También un poco de harina (de trigo, según del Estado de México), y mantequilla (de leche, que proviene de las vacas, de la colonia de italianos en Chipilo, Puebla).

La pasta de galleta tenía mantequilla (idem), vainilla (que espero que venga de la huasteca, sin marca), huevos (de gallina, tal vez de las granjas de Bachoco en el norte: hormonas, GMOs, cajas minúculas), harina, maicena (fécula de maíz, espero que mexicano, aunque posiblemente la marca ya fue comprada por una transnacional), azúcar (de Veracruz, por supuesto), y una pizca de sal (de mar, o tal vez de alguna mina de sal; posiblemente de los megacomplejos de Coatzacoalcos).



Así las cosas, me tragué cosas de origen vegetal: cereales, semillas, frutos; de origen animal: gallinas y vacas; y de origen mineral: sal. Viniendo de por lo menos tres países distintos, pasando por las manos de por lo menos seis empresas distintas. Y eso el postre. En la comida igual mezclé maíz con trigo con frijoles con res con verduras con quién sabe cuánta cosa más de quién sabe dónde. A esto hemos llegado: Nos zampamos todo.

(y yo, por mi parte, la disfruto. Intento no pensar en los cientos de millones de malnutridos, aunque tampoco pasarme de la raya. Intento no pensar en los cientos de químicos añadidos, ni en las multinacionales que viven oprimiendo a los pequeños campesinos. Al fin, así es el mundo, y yo con él: contradictorio. Pero si no se disfruta la vida, ¿para qué vivirla?)

martes, 2 de febrero de 2010

Una amiga muy querida estaba videograbando escenas de una fiesta étnica, de migrantes zapotecos en la ciudad, por el día de la candelaria. Casi el clásico video romántico de la antropología en donde se busca plasmar que, frente a viento y marea, la identidad étnica sigue más viva que nunca. Pero resulta que para ella resultó todo un chasco: la mayordoma de la fiesta (digamos, la que se encargó de los detalles y sufragó buena parte de los gastos) era la alcaldesa, y los discursos que se dieron fueron proselitismo político (partidista, del partido en el poder desde que tenemos uso de memoria). Hasta regalaron morrales de color "rojo fiel", con la insignia del partido, como agradecimiento por haber ido a la fiesta. El grupo étnico en cuestión tomó las riendas de la política partidista. Coloquialmente, se volteó la tortilla, porque en casi todos los espacios en este país, los indígenas son el último escalón de la estructura social: triste realidad.

Paranoia de medianoche

Tengo la terrible sensación de que nuestra soledad está planificada, y a partir de esta sobredimensión del "yo". Paranoico. La soledad nos lleva a la impotencia, al sometimiento. Aunque, para ser sincero conmigo mismo, no creo que nadie en su sano juicio lo haya dispuesto todo para que así fuera. Y tampoco alguien desquiciado. Simplemente a esto nos lleva la lógica del sistema: aquello que beneficie al mercado, a nuestra costa (o a costa de otros, ya que el "nosotros" es muy laxo), es bienvenido. Nada lo puede beneficiar más que trabajemos como esclavos para estar con el mercado un poco más, esperando felicidad, u olvido. A excepción, tal vez, del trabajo esclavo o cuasi-esclavo en grandes partes del mundo, incluyendo a mi dolido México.

Parte de este rollo es la tergiversación del multicitado término de "amor". No pienso traerles aquí una carta de san valentín, aunque ya estamos por esas fechas, ni llevar luz a su vida mostrándoles el camino, el verdadero sentido del amor, sino llamar la atención sobre la forma en que el amor ha sido traducido como amor de pareja. Uno mas uno, y punto. Se le llama el día del amor y la amistad, pero se piensa en novio, pareja, amante, esposo (y su correlativo término femenino). Buscar ese amor pensando que allí seremos por fin felices, o que las penas e injusticias de esta vida serán menos así, acompañados (tampoco este es un típico rollo misántropo, nel. Yo también quiero una pareja).

Pero solo es una adición de uno, uno mas uno. Puede ser una buena o una mala relación, pero allí acaba. (O, tal vez, allí empieza...) Los lazos se cierran al mundo, y todo se trata del adentro, del yo mi me contigo. Cuando mucho, se amplían los límites de mi ego, para albergar también a la pareja, y en algunos casos a los hijos (porque no todos tienen hijos). Toda la vida se puede enfocar en encontrar la pareja, y vivir con ella. No digo que sea cosa fácil. Pero la cosa está diseñada así. Se vive sólo con la pareja, y nadie más (bueno, claro, también los hijos). Muchas familias mexicanas todavía se resisten, albergando a tíos, abuelos, primos, protegidos y demás, pero la tendencia va para allá: conseguir una casa, solos, para vivir solos, en soledad acompañada. ¿no es antinatural?

(aquí quisiera decir el típico rollo de que ya no se puede saludar a nadie cuando caminas por la calle, cuando vas en metro, en micro, en combi, cuando esperas en la fila de no sé qué, cuando vas al cine, cuando estás afuera, en cualquier parte, como sea. Mirar y pasar. Un flujo constante de almas en soledad, amontonadas, rozándose, pero solas. Quisiera, pero reparo en muchas cosas. La ciudad tiene sus grandes ventajas, y una de ellas es que no se tiene a los del pueblo encima de uno, observando cada paso suyo, sabiendo cada detalle de su vida. Los secretos tienen su encanto. Y tampoco quisiera abrir mis lazos con toda la gente. Hay gente malvada, y hay gente con la que contrasto frontalmente. Y hay mañanas alicaídas en que sólo quiero pasar, de frente, sin mirar. Aún así me deprime ver mi imposibilidad de entrar en contacto con gente con la que simpatizo instantáneamente, sin mediar palabras. Y no volverlas a ver)

Yo creo que el rollo del amor va más allá. Extender los lazos más allá de mí, cada vez más. "El corazón tiene más cuartos que una casa de putas", dijo Florentino Ariza. ¿Cómo romper esta carcaza que tomo como mía, y seguir vivo, y no estar solo? (sí, lo sé: uno está solo cuando no sabe estar consigo mismo. Cuando solito se espanta, y huye). No sé, pero igual me alegraría saberlo.

Sistema es una forma de hacer las cosas. Es una forma de enlazar todos disímiles, para formar un todo articulado. Me lo repito una y cien veces, y no lo entiendo. Hoy solo siento al gran hermano, y a este sentirme solo. Pero es de noche. Hoy mis abuelos celebran la vida. Mis padres se duelen de la muerte. Mis amigos buscan su camino. La gente disfruta, y sufre, y vive y se siente sola. Tal vez es que no sé estar aquí, y que no estoy solo. Tal vez, tal vez. Yo busco compañía, esta noche. No pido más. ¿se puede?

¿Hola? ¿Hay alguien allí?

lunes, 1 de febrero de 2010

Hablo de tender puentes, y no he enlazado una sola vez en lo que va del blog. Ni información, ni media, ni personas. Es tiempo de ir cambiando eso...

domingo, 31 de enero de 2010

tender puentes

Frente a la carga de trabajo que nos aísla, tender puentes.

Frente a este mundo que nos oprime, que nos enferma, tender puentes.

Frente a los medios que desinforman, que ciegan: comunicarnos, tender puentes.

Frente al sistema que desaloja, que acapara: compartir, tender puentes.

Frente a este vivir en vidas solitarias: amar, tendernos puentes.

Entre utopía y realidad, tender los puentes.

De isla a isla, de mundo a mundo, tendernos puentes.

Puentes que nos vinculen, que nos compartan, que nos alienten, que nos enseñen, que nos muestren que hay más que uno (que hay formas de pensar, de ver, de actuar, de ser), para que al fin nos volvamos uno.



"somos islas en mares de inmensas soledades" - Miguel Flores, `gente como uno´

"la soledad es la condición básica de la sumisión total" - Michel Foucault, `Vigilar y castigar´

"Su abrazo había sido una batalla, el clímax una victoria. Era un golpe contra el Partido. Era un acto político." - George Orwell, `1984´

digresiones sobre el sistema

La eterna búsqueda del sentido. Ahora es ¿por qué hago lo que hago? ¿Por qué quiero hacer lo que quiero hacer? El rollo del "yo" está actualmente sobredimensionado, pero si de algo sirve, es para ubicarse: en dónde se está y qué papel le toca jugar a uno, dentro de un amplio universo. Alinearse con el todo. Volcado sobre sí mismo, el "yo" se ahoga. Se hunde. Se pudre.

(el futuro utópico está más allá del "yo": en un "nosotros". Pasa necesariamente por un sentido de comunidad, por la fortaleza multidimensional de los lazos).

miércoles, 27 de enero de 2010

sinsentido

¿qué es ser poeta
Más que un grito o un naufragio
Un eco un desvarío un decir
“yo soy yo, soy yo, soy”?

¿qué es ser poeta
Más que un aguardiente, y un espejo
Un demente encierro un decir
“no estoy solo, no estoy solo, no estoy”?

Y al principio sabe tanto como siempre
(voz del cielo y de tragedia)
Que está solo
Y que no es nadie

domingo, 10 de enero de 2010

He estado masticando algo que me dijo mi padre hace unas semanas: por muchos lados encontramos la idea de que estamos en este mundo para ser felices. Que el fin de nuestra vida es la felicidad. Ahora, el imperativo moral de Kant era uno solo: tratar a las personas como fines, no como medios. No voy a discutir si es o no es ése el imperativo categórico, lo único que no hay que olvidar para convivir, sino sus consecuencias: si viviéramos solamente para nuestra felicidad, los demás serían igualmente medios para lograr mi felicidad (tengo aquí cuidado de no decir solamente placer, sino algo un poco más profundo). Únicamente medios.

O bien estamos destinados a ser personas cínicamente amorales (intentamos no decirlo para que no suene feo, pero los demás sólo me importan cuando me dan algo que me haga feliz), o bien hay algo torcido en tener a la felicidad como fin, o por lo menos como el único fin de nuestra vida. Podrían ponérsele parches: cuando hablo de mí lo podría decir en nombre de la humanidad (lo cual suena a concurso de miss universo); o bien nuestro ego es más amplio de lo que decía freud (en círculos concéntricos: pareja, familia, amistades, compañeros, paisanos...) Mi padre lo resolvió diciendo que no es la felicidad en sí, sino la plenitud; la felicidad marca el camino. A mí me queda la duda. El camino opuesto sería la desdicha total, que ni siquiera quiero pensar. Tal vez haya algo más, más allá de mí, inconexo, desinteresado, hermoso, algo...