lunes, 26 de abril de 2010

Paranoia de media tarde

Hace dos días releí un pedazo de 1984, y me quedé rumiando una idea. Es cuando el protagonista comienza a describir su trabajo en el ministerio de la verdad; habla de las que llama no personas. "refs nopersonas". "Vaporizadas". Que nunca existieron.

viernes, 23 de abril de 2010

cavilaciones taxistas

Todo está más enredado que el nudo gordiano (valga el cliché). Intentaré aclararlo un poco.

Desde hace algunos meses, frente a la catedral de Xalapa, se plantó (así, literal, con raíces y toda la cosa) un grupo de taxistas independientes. Querían placas, o mejor dicho que las placas para circular sus taxis fueran más accesibles. Ningún clasemediero puede soñar con tener esa cantidad de dinero en la mano, lo cual favoreció que se fortalecieran las mafias. Así que estos taxistas, sin el mencionado dinero y sin interés alguno en formar parte de estas mafias, se organizaron y se plantaron. Yo los vi por bastante tiempo así, aunque sin gente vestida de rojo fiel:



Sin resultados, hace tres días fueron desalojados en un operativo de la policía estatal. Con lujo de violencia. El jefe del sindicato (que formaron sindicato, el FATTI) fue llevado a la cárcel, en donde le inyectaron cocaína, y lo dejaron hecho trizas. Torturas de primera. Incomunicable.


Obviamente, el organismo de Derechos Humanos de Veracruz no hizo caso alguno. Los periódicos locales, en completa armonía con el gobierno. La justificación: contaminación auditiva. Y lucían mal.

Lo que me causó más indigestión (después de todo esto), y me puso a pensar en el Gran Hermano, fue lo que siguió: una manifestación de trescientas personas agradeciendo la entrega de concesiones a los taxistas. En el mismo lugar, hablando en nombre de los taxistas, pero por parte de la mafia que los suplantó. La imagen resultante es que el gobierno queda bien con la gente. Todo en paz.

¿Por qué?

sábado, 10 de abril de 2010

monólogo # 2

Respiro acompasado
Buscando la esencia
Jugar con la inmanencia, que nada es, que nada…

¿De qué te hablaba?
Claro, ya, que el tiempo no es lo que antes era
Que el dólar sube, que nada alcanza
Los besos, los videojuegos, los silencios
El caminar tranquilo a medianoche, aquí, tú sabes
El metro, la tele,
Ese pasar mirando y sin mirar, en soledad acompañada

Pero olvida, que no era eso lo que te contaba
Recuerdo de antes los minutos frente al caballo de madera
Esperando que viniera ella, que acabara el día, esperando, espera…
Ahora todo pasa más deprisa, o no recuerdo, o no me importa
Que ya no todo es disfrutar, disfruta,
Hacer galletas, lo recuerdo, y esperar que llueva
Me encantaba tanto estar de noche en la azotea
Recibiendo gotas con la lengua, o mirando a las estrellas
Esperaba entones que vinieras, que vinieras
Y ahora...

¿De qué te hablaba?
Nada, disparates míos, la edad...

jueves, 8 de abril de 2010

extrañando...


Lo extraño como nunca. Todo el día pienso en lo que le voy a contar cuando hablemos, pero no podemos: no hay forma. Se erige una barrera tan inmensa y tan ajena, lejana ella, que desespero. Que no hay dinero, que no tienen tiempo, que intente luego. ¿Y en dónde dejo mis ansias, mis ganas, mi espera? Todo se me escapa, no lo entiendo, no lo entiendo...

Hoy recordaba uno de mis libros favoritos de niño, "El profesor Zíper y la fabulosa guitarra eléctrica", de Juan Villoro. Después de un experimento medio fallido, el profesor no paraba de hablar en verso, hasta que mi tocayo Pablo Coyote le escupió en la mano ("escupe, Lupe"). De repente me sentí como el profesor.

Un abrazo a todos los amantes que comparten su ausencia. Y a los demás también. ¡Total, un abrazo! Con nostalgia, yo...

Monólogo #1

Sabemos demasiado para conocer con certeza
– ¿cerveza?
No, gracias, no estoy sobrio
Tan solo ido, ido…

No me culpes, es el hambre, el frío
Y son los días que me ocupan y se pierden
Y es la crisis, tú lo sabes: los camiones, las llamadas…

Somos dos cuerpos y un río
Amantes, impetuosos, anhelantes,
Distantes
Somos dos apasionados que jugamos a estar vivos

– Perdón, no te escuchaba…
Qué va, si no decía nada:
Un “mira cómo está el camino, húmedo, frío…”

miércoles, 7 de abril de 2010

auto-respuesta # 2

Intenté recordar la película, sin resultados. Era de medio oriente, esa en donde un adolescente entraba todos los días a la tienda de la esquina, y compraba algo y se robaba otra cosa, para comer. El de la tienda lo sabía, y con el tiempo se acercaron mucho, al punto en que casi adopta el segundo al primero. Luego llegó el viaje por medio mundo, en coche, ambientes áridos, mar, templos. Recuerdo ese estar sentados mientras bailaban los derviches. ¿Estaré mezclando recuerdos? A lo que iba es a una frase que le dice el anciano: "no sonrío a la gente porque estoy alegre, sino que estoy alegre porque sonrío". O algo así. Era como un rollo de PNL para estar alegres sin motivo, que al final no funcionó, no recuerdo por qué.

El caso es que en algo tenía razón: la depresión es por definición sumirse en uno mismo; al voltear al mundo (no sé qué onda con eso del sonreírle), cambia toda la perspectiva. Apenas vi a mi hermana, y la cosa era otra. Es una dinámica un poco curiosa, pero juntos sacamos lo mejor de nosotros. Algo más fuerte me pasa con Silvio: me las ingenio para contarle un cuento, entretenerlo, sacarle por todos los medios una risita, y me siento pleno.

Me estaba preguntando qué hacer con el mundo como lo veo. Tal vez empezar por allí no sea una mala idea.


"And anytime you feel the pain,
Hey, Jude, refrain,
don't carry the world upon your shoulders."
Hoy me siento desamparado: Veo muerte en todos lados. Aunque los terremotos en California e Indonesia no fueron tan graves, hablando en vidas humanas, sí lo es el recuento de muertes por la "guerra contra el narco", y es desalentador no saber quiénes eran realmente "narcos", y quiénes fueron simplemente asesinados (las confusiones del gobierno están llegando a niveles épicos, con sus puntadas sobre los jóvenes en Ciudad Juárez y Torreón). El saber que, para la policía y el ejército, uno es delincuente hasta que se pruebe lo contrario. También recibí en un correo otro dato más sobre las matanzas gringas de civiles en Irak (link del video en Wikileaks). Chequen los comentarios: se resumen en un "está bien, porque de seguro eran insurgentes", o en un "está bien, es más importante llevarles la libertad a los iraquíes, aunque no se la merecen".

También he estado recabando datos sobre los centroamericanos de paso por México. Nadie sabe cómo cuantificar las muertes, si son cientos o miles, porque todos los terminan abandonados en la selva, en el desierto, en la montaña, en la nada. Secuestros por millares. De repente, todo se me agolpa en la mente, me turba el pensamiento. ¿En dónde está el aprecio por la vida humana? ¿Qué hacer frente a la indiferencia?

Mi padre lo decía: una cosa a la vez. No juntes en uno todos los problemas, que se convierten en el Leviatán. Piensa claro, hombre, piensa claro...

martes, 6 de abril de 2010

sábado, 3 de abril de 2010

simplezas de la vida

Nómbralo. Haz que exista. Que sea tratable, que sea explicable, que sea parte de tu mundo. Sólo así estarás tranquilo. Sólo así el mundo seguirá en paz, sin sobresaltos.

Quemaduras de segundo grado, superficiales. Pelos chamuscados, hasta las pestañas. Clara de huevo, tepezcohuite, apósitos, descanso. Fallas en el calentador de agua. Pasa a cada rato en México. Sin tragedias por lamentar.

¿Tranquilo?

A decir verdad, disfrutando la vida. Solamente, de vez en cuando, me gustaría que no todo fuera tan explicable. ¿En dónde quedó el misterio de la vida? ¿Y en dónde las sorpresas, los secretos, las delicias de lo irrepetible?

Bueno, es mucho pedir de un calentador.

utopía y realidad

En estos meses he tenido la urgencia imperante de correr hacia la utopía. Al sur, al sur... Siento que sin ella nada tiene sentido. Ha sido un poco dura la lección, pero poco a poco la voy aprendiendo: hay que seguir su propio ritmo. Disfrutar del camino, aprender, madurar, estar aquí, presente, vivirlo intensamente. Todo ese rollo de los libros de autoayuda.

Sobre todo, que si la quiero bien, tengo que preparar mi terreno y afianzarlo. Basta de metáforas: tiene que haber un plan de vida, con el dinero muy presente (jamás omnipresente, jamás el fin último ni el centro de mi vida). Es a lo que nos enfrentamos todos saliendo de las aulas: materializar los ideales, conseguir trabajo, no desandar, no desanimar. La diferencia entre los nostálgicos y los activos: la subsistencia.Y yo, en la encrucijada.

Antes de correr a desvelar los mundos abisales, y abrir mente y corazón (al sur, siempre al sur), tengo que dejar mi mundo en paz. No dejar problemas inconclusos, en lo posible. Que no sea correr despavorido de lo que ha sido, sino caminar seguro a lo desconocido. Un acto de voluntad, nunca de inercia o desidia.

En mi caso, justo ahora, es encontrar trabajo, temporal, asegurar la maestría, responder como corresponde a los míos. Y bueno, México está en crisis. Veremos qué pasa...

mañanera


En la mañana vi una pareja de pecho rojo, y otra de pecho amarillo. Cinco o seis ardillas armando escándalo en el árbol del jardín. Una lagartija saltando y arrastrándose. Un par de mariposas monarca. Las rosas de  la abuela en todo su esplendor; la buganvilla, exuberante. Me encanta la casa de mis abuelos. Y las flores de azahar perfumando el jardín de mi tía. Jacarandas en la calle, impúdicas, voluptuosas. Y me veo a mi, que mi cuerpo me llama a florecer. La fuerza irresistible de la vida. Me sentí de pronto en una secuela de Bambi.