domingo, 31 de enero de 2010

tender puentes

Frente a la carga de trabajo que nos aísla, tender puentes.

Frente a este mundo que nos oprime, que nos enferma, tender puentes.

Frente a los medios que desinforman, que ciegan: comunicarnos, tender puentes.

Frente al sistema que desaloja, que acapara: compartir, tender puentes.

Frente a este vivir en vidas solitarias: amar, tendernos puentes.

Entre utopía y realidad, tender los puentes.

De isla a isla, de mundo a mundo, tendernos puentes.

Puentes que nos vinculen, que nos compartan, que nos alienten, que nos enseñen, que nos muestren que hay más que uno (que hay formas de pensar, de ver, de actuar, de ser), para que al fin nos volvamos uno.



"somos islas en mares de inmensas soledades" - Miguel Flores, `gente como uno´

"la soledad es la condición básica de la sumisión total" - Michel Foucault, `Vigilar y castigar´

"Su abrazo había sido una batalla, el clímax una victoria. Era un golpe contra el Partido. Era un acto político." - George Orwell, `1984´

digresiones sobre el sistema

La eterna búsqueda del sentido. Ahora es ¿por qué hago lo que hago? ¿Por qué quiero hacer lo que quiero hacer? El rollo del "yo" está actualmente sobredimensionado, pero si de algo sirve, es para ubicarse: en dónde se está y qué papel le toca jugar a uno, dentro de un amplio universo. Alinearse con el todo. Volcado sobre sí mismo, el "yo" se ahoga. Se hunde. Se pudre.

(el futuro utópico está más allá del "yo": en un "nosotros". Pasa necesariamente por un sentido de comunidad, por la fortaleza multidimensional de los lazos).

miércoles, 27 de enero de 2010

sinsentido

¿qué es ser poeta
Más que un grito o un naufragio
Un eco un desvarío un decir
“yo soy yo, soy yo, soy”?

¿qué es ser poeta
Más que un aguardiente, y un espejo
Un demente encierro un decir
“no estoy solo, no estoy solo, no estoy”?

Y al principio sabe tanto como siempre
(voz del cielo y de tragedia)
Que está solo
Y que no es nadie

domingo, 10 de enero de 2010

He estado masticando algo que me dijo mi padre hace unas semanas: por muchos lados encontramos la idea de que estamos en este mundo para ser felices. Que el fin de nuestra vida es la felicidad. Ahora, el imperativo moral de Kant era uno solo: tratar a las personas como fines, no como medios. No voy a discutir si es o no es ése el imperativo categórico, lo único que no hay que olvidar para convivir, sino sus consecuencias: si viviéramos solamente para nuestra felicidad, los demás serían igualmente medios para lograr mi felicidad (tengo aquí cuidado de no decir solamente placer, sino algo un poco más profundo). Únicamente medios.

O bien estamos destinados a ser personas cínicamente amorales (intentamos no decirlo para que no suene feo, pero los demás sólo me importan cuando me dan algo que me haga feliz), o bien hay algo torcido en tener a la felicidad como fin, o por lo menos como el único fin de nuestra vida. Podrían ponérsele parches: cuando hablo de mí lo podría decir en nombre de la humanidad (lo cual suena a concurso de miss universo); o bien nuestro ego es más amplio de lo que decía freud (en círculos concéntricos: pareja, familia, amistades, compañeros, paisanos...) Mi padre lo resolvió diciendo que no es la felicidad en sí, sino la plenitud; la felicidad marca el camino. A mí me queda la duda. El camino opuesto sería la desdicha total, que ni siquiera quiero pensar. Tal vez haya algo más, más allá de mí, inconexo, desinteresado, hermoso, algo...