martes, 11 de agosto de 2009

Auto respuesta

¿No sería eso volverme un conformista? ¿no voltear al mundo, no hacer nada por lo que pasa (comunidades indígenas, migrantes, represiones estatales, transas políticas, intervenciones gringas, Centroamérica, Cuba, Venezuela, medio oriente...)? ¿No sería aislarme en una bonita casa de papel?

Y sin embargo, lo mantengo a medias: el rostro humano se pierde cuando sólo se observa el sufrimiento. Ni siquiera centroamericanos de paso, después de haber sido robados y secuestrados, se quedan estancados en el sufrimiento, y menos en el derrocamiento de un sistema injusto. Juegan futbol, platican sus vidas, cuentan chistes, hablan de mujeres, bailes, programas de televisión...

La vida se disfruta, o no tiene sentido. Los héroes sufridores ayudan mucho, pero cobran su cuota cargando un ambiente de amargura. Yo no quiero ser así.

Héroes e inconformes

En cierta forma, a veces me da por ser sistemáticamente inconforme, y no estoy a gusto con nada. Ahora todo está mal, el país de cabeza, el gobierno en foxilandia, el instituto en su burbuja, y yo que no salgo de mi vaso de agua. Antes, que una relación tormentosa, intensa, explosiva, y no había nada más. Que estoy chamaco, que no tuve una buena infancia, que lo que es no es lo que debería, que hay que trabajar y que mi vida bien gracias. Tristemente para mí, esos libros de autoayuda que me rehuso a leer seguramente tienen razón: lo que me queda es el ahora, a quien tengo más cerca es a mí. ¿O no es eso lo que dicen? No importa mucho, el caso es el mismo.

Canciones y temas urgentes, un país se desmorona y mi vida no me alcanza. ¿Cómo conciliarme conmigo y con el mundo? ¿Cómo no descubrir siempre que lo quiero cambiar porque no me gusta? ¿Cómo disfrutarlo todo, y compartir, y transformar, y estar en paz?

El mundo no necesita ya más héroes que nos carguen en su espalda para caminar. El mundo no necesita alguien que sufra en esta vida por todas las desgracias. No hacen falta mártires, no hacen falta soldados, no hacen falta profetas tocados por la mano de Dios que nos señalen el camino. El mundo necesita niños que vuelen papalotes, necesita señores que saluden en la calle, gente que disfrute de la vida y que la sepa compartir. Gente sencilla, gente activa, gente que se alegre y baile y cante con gozo a la vida.

El mundo necesita, y también yo. No agobiarme por la vida tan injusta, en todas partes donde observo. No querer salvar personas, aunque tampoco abandonarlas. Quemar ese chip sufriente y protector, que trata a las personas como niños, y a los niños como dependientes de todo. Si no, ¿qué es lo que le entrego al mundo, sino la misma mierda que me trago día a día a día?...
Estuve ayer repasando fotos. Clásica nostalgia, y el qué hubiera pasado si... en las fotos todo parece tan hermoso, de colores, ¡tanta vida! Son instantes que me marcan, aunque no hubieran pasado nunca. Yo te di mi diario, hice canciones, tomamos fotos, te dije sí, para siempre y cuanto dure sí, toda la vida. Paseamos poco, peleamos mucho, y nos amábamos, como fuera que eso fuera. Luego pasó, pasó lo que tenía que pasar, después de alargarlo algunos días, algunos meses, separaciones, reconciliaciones... y nos quedan fotos que siempre guardamos, cartas (las que no quemamos), esos peluches que nunca tiramos, y esta nostalgia que jamás termina, por un amor desenfrenado...

lunes, 10 de agosto de 2009

Cada quién se rasca como puede

Cada quién se rasca como puede
Cada quién con su locura y su dolor.
Cada quién solo se hiere, y ya no hay más, y se acabó.
Cada quién se ocupa de sus cosas, y se lame sus heridas,
Busca hallar una salida y está solo hasta el final.
Cada quién llora sus muertes y lamenta sus fracasos
Y levanta de su suelo el resto de su corazón con un recogedor;
Cada quién busca salirse de este circo a su manera, y también yo, y también yo…

Y si todo en este mundo fuera eso y nada más
Y si no tuviera junto al mío un corazón y muchos más
Si la vida fuera así, un mecanismo de defensa, una burbuja, una pantalla
No valdría ya nada el esfuerzo ni la pena
Tan sólo nos salva de esta mierda salir del caparazón
Quedar expuestos al vacío, amar sin más, dar, perderlo todo
Y una canción. Y una canción