martes, 31 de marzo de 2009

se buscan

Se buscan cazadores de dragones
Matadores de tiranos
Tejedores de ilusiones

Soñadores de otros tiempos, de otros mundos
Fumadores de promesas
Mapas nuevos de utopías

Vividores de poesías bellas
Que disipen los fantasmas que corrompen nuestras almas
Y oscurecen los caminos que no existen
Con los miedos que aún existen
Y se erigen imponentes, infranqueables, como muros invencibles
Vuelven impensable que otros mundos quepan en un mismo mundo

Y confrontar los miedos y prejuicios que amedrentan nuestra alma encarcelada
Y superar nuestros desiertos y fronteras, y dejar nuestras trincheras
Encontrarnos muy adentro, en los rincones que aún siguen vivos
Y descubrir, y despertar, abrir de pronto perezosos corazones
Luchar siempre contra todo y contra mí
Luchar siempre contra nadie en sí…

bienvenida

En el momento en el que intento probar algo, siempre me hago bolas. Me sale mal, no lo puedo evitar. No me sabe bien, me seca la boca, y siento que estoy siendo recontrafalso (¿Se han dado cuenta de qué falso se escucha alguien que dice que es honesto?). Así que esto no es para probar nada. No quiero decir que soy guapo y listo y tengo un corazón de pollo, que no lo soy o no lo sé (que no puedo decir que no me importa…)
Es más bien como un pensadero, en donde suelto las ideas que tal vez algún día retome y haga madurar. O tal vez sean chilaquiles con pollo, o una comida de sobras el fin de semana: De mole, de chile y de manteca. ¡Eso! Primero, la entrada. Apantallante, de sabor suave, algo que diga que lo mejor está por venir. Luego la sopa, tal vez alguna que otra idea y mis cabos sueltos. Luego el plato fuerte, en donde saco todo lo bueno de la alacena, los poemas, las densidades, los ex-secretos, las confesiones. El postre no lo he pensado… ¡la música! Una sobadita al alma. Así que bienvenidos, catadores de tiempo libre. Les aseguro que ninguno de nosotros puede saber lo que aquí nos espera…